lunes, 20 de mayo de 2013

Capitulo 9.


Llego a su casa. Dejo la mochila en el la silla. Saco los libros. Miro el horario. Coloco los libros de las asignaturas que le tocaban al día siguiente sobre el escritorio. Se puso a hacer los deberes. Sentía celos. Selene, se preguntaba si de verdad habia otra chica en la vida de ese chico. Lo que ella no sabia es que esa otra chica, era ella.

En la cocina, Helen llama a Diego. Mira que su hija este ocupada.
-¿Si?
+¿Diego?
-Dime.
+Soy Helen.
-Dígame.
+Necesito hablar contigo.
-¿Le ha pasado algo a Selene?
+No, esta bien. ¿Nos podemos ver?
-Si, en media hora en el Starbucks del centro?
+Vale.
Colgaron. Media hora, dentro del café. Diego espera a la madre de Selene. Al fin llega. Ella se sienta.
-Bien, tu dirás.
+¿Como que estas en el colegio de mi hija?
-Pues, dado que tu marido no me deja estar cerca de ella, es el único remedio que se me ha ocurrido hasta ahora.
+¿Mi hija sabe la verdad? ¿Sabe quien eres?
-No, no le he dicho nada. Mi plan es empezar de cero con ella. Sin riesgos ni peligros.
+¿Y Valentina?
-Le he dicho que haga como que yo y Selene no nos conocíamos de nada. De cero con ella, como su cabeza.
+No entiendo como mi marido y tu no os lleváis bien. Sois idénticos.
-Usted bien sabe, que lo único que quiero, es el bien de Selene. Que la quiero mas que a nada.
+Lo se. Pero mi marido viene el Domingo y mañana ya es jueves.
-Lo se. ¿Lo dices por que es él el que los lleva al colegio?
+Si.
-Tranquila no me vera. Se hacerme invisible.
Trajeron un café para llevar. La mujer lo cogió y entrego un billete de cinco.
-Yo invito, quédate con el cambio.
La mujer se marcho. El vio como se alejaba. Se termino el café y fue a su casa. Hizo los deberes. No le fue difícil. Le dieron ganas de escuchar la voz de Selene. La llamo a su casa.
*¿Si?
+Ryan, ¿quien es?
Escucho la voz de un niño y a lo lejos la de Selene.
-¿Esta Selene?
*Un momento, es para ti Selene. Preguntan por ti.
+Ve a cambiarte. ¿Si, quien es?
-Muy bonita la voz de tu hermano. Dulce como la tuya.
+Diego. Seguro que no tan dulce como la de tu amor.
-Muy parecida a la tuya.
Tan parecida que es igual. Si ella supiera lo que paso entre ellos. Que el amor de Diego, es ella, no sentiría esos celos.
-¿Celosa?
Selene fue a su habitación y se sentó en el banco de la ventana.
+Los celos son un sentimiento, y yo por ti aun no siento nada.
Mintió, ya volvía a sentir esa mariposas en el estomago. Esas mariposas que aparecían cuando, mientras el estaba con ella, se acercaba a otras chicas.
-Pero si que sientes algo. Te gusto.
+¿Tu a mi?
-Si, si no no te hubieras quedado mi chaqueta.
+Es que es tu chaqueta la que me gusta, no tu.
-Te gusta por que me pertenece.
+¿Y si es así que pasa?
-Que te gusto tanto como tu ami.
+¿Te gusto? No te gustaba...
-Nunca dije que no fueras tu.
Ella estaba feliz. El, también, por comprobar que no estaba perdido. Que aunque su cabeza no lo recordara, su corazón si.
Estuvieron hablando hasta que la madre de Selene trajo la cena.
Después de despidieron.

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