Llego a su
casa. Dejo la mochila en el la silla. Saco los libros. Miro el
horario. Coloco los libros de las asignaturas que le tocaban al día
siguiente sobre el escritorio. Se puso a hacer los deberes. Sentía
celos. Selene, se preguntaba si de verdad habia otra chica en la vida
de ese chico. Lo que ella no sabia es que esa otra chica, era ella.
En la cocina,
Helen llama a Diego. Mira que su hija este ocupada.
-¿Si?
+¿Diego?
-Dime.
+Soy Helen.
-Dígame.
+Necesito
hablar contigo.
-¿Le ha pasado
algo a Selene?
+No, esta bien.
¿Nos podemos ver?
-Si, en media
hora en el Starbucks del centro?
+Vale.
Colgaron. Media
hora, dentro del café. Diego espera a la madre de Selene. Al fin
llega. Ella se sienta.
-Bien, tu
dirás.
+¿Como que
estas en el colegio de mi hija?
-Pues, dado que
tu marido no me deja estar cerca de ella, es el único remedio que se
me ha ocurrido hasta ahora.
+¿Mi hija sabe
la verdad? ¿Sabe quien eres?
-No, no le he dicho nada. Mi plan es empezar de cero con ella. Sin riesgos ni peligros.
-No, no le he dicho nada. Mi plan es empezar de cero con ella. Sin riesgos ni peligros.
+¿Y Valentina?
-Le he dicho
que haga como que yo y Selene no nos conocíamos de nada. De cero con
ella, como su cabeza.
+No entiendo
como mi marido y tu no os lleváis bien. Sois idénticos.
-Usted bien
sabe, que lo único que quiero, es el bien de Selene. Que la quiero
mas que a nada.
+Lo se. Pero mi
marido viene el Domingo y mañana ya es jueves.
-Lo se. ¿Lo
dices por que es él el que los lleva al colegio?
+Si.
-Tranquila no
me vera. Se hacerme invisible.
Trajeron un
café para llevar. La mujer lo cogió y entrego un billete de cinco.
-Yo invito,
quédate con el cambio.
La mujer se
marcho. El vio como se alejaba. Se termino el café y fue a su casa.
Hizo los deberes. No le fue difícil. Le dieron ganas de escuchar la
voz de Selene. La llamo a su casa.
*¿Si?
+Ryan, ¿quien
es?
Escucho la voz
de un niño y a lo lejos la de Selene.
-¿Esta Selene?
*Un momento, es
para ti Selene. Preguntan por ti.
+Ve a
cambiarte. ¿Si, quien es?
-Muy bonita la voz de tu hermano. Dulce como la tuya.
-Muy bonita la voz de tu hermano. Dulce como la tuya.
+Diego. Seguro
que no tan dulce como la de tu amor.
-Muy parecida a
la tuya.
Tan parecida
que es igual. Si ella supiera lo que paso entre ellos. Que el amor de
Diego, es ella, no sentiría esos celos.
-¿Celosa?
Selene fue a su
habitación y se sentó en el banco de la ventana.
+Los celos son
un sentimiento, y yo por ti aun no siento nada.
Mintió, ya
volvía a sentir esa mariposas en el estomago. Esas mariposas que
aparecían cuando, mientras el estaba con ella, se acercaba a otras
chicas.
-Pero si que
sientes algo. Te gusto.
+¿Tu a mi?
-Si, si no no
te hubieras quedado mi chaqueta.
+Es que es tu
chaqueta la que me gusta, no tu.
-Te gusta por
que me pertenece.
+¿Y si es así
que pasa?
-Que te gusto
tanto como tu ami.
+¿Te gusto? No
te gustaba...
-Nunca dije que
no fueras tu.
Ella estaba
feliz. El, también, por comprobar que no estaba perdido. Que aunque
su cabeza no lo recordara, su corazón si.
Estuvieron
hablando hasta que la madre de Selene trajo la cena.
Después de
despidieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario