Lunes. Por la
mañana. Muy temprano. Diego no esta acostumbrado a madrugar. Pero si
quería hacerlo, debía madrugar. Entro a la habitación de su madre
con una bandeja en la mano. La puso sobre la mesita.
-Mama, mama.
Su madre, entreabrió los ojos.
+¿Que?
-Toma,
el desayuno.
Miro el
desayuno y el reloj.
+Apenas son las
siete de la mañana. No que no ibas a salir.
-Y no salí. Me
acabo de levantar.
+Coge no mas de
cien de euros.
-No quiero
dinero, pero ahora cojo.
Su madre se
rio.
+Vale, coge
cincuenta. ¿Y que quieres?
-Que me apuntes a la escuela otra vez.
La madre se
incorporo. Le tomo la temperatura, no tenia.
-¿Que
haces?
+Fiebre no tienes.
-Estoy bien.
+¿Entonces?
-Quiero
que me apuntes al Fernando III. Es un colegio privado. Pero es uno de
los mejores.
La madre cogió
la bandeja y empezó a comer una de las tostadas con mermelada.
+¿Y como es
eso de que ahora quieres estudiar? Con todos los problemas que me
diste para que te sacara.
-Por que a ese
colegio va Selene. Su padre no me deja acercarme a ella. Pero como
iré a su escuela, el no lo sabrá.
+Ah, ya decía
yo.
-Bueno, yo ya
me e buscado la vida para conseguir un uniforme.
+¿Que has
echo?
Diego rio. Recordaba como ese mismo día a las cinco de la
mañana iba con su mejor amigo, Ricki, a casa de uno que iba a esa
escuela. Mientras Ricki le robaba de la cartera los setenta euros que
llevaba, Diego busca el uniforme. Recuerda como lo metió en una
bolsa y lo dejo caer desde el segundo. Como salto.
-Nada mama,
desayuna. Tienes media hora.
+Aquí la madre
soy yo.
-Ay, que te
quiero yo.
Le dio un beso
en la mejilla.
+¿Y los
libros?
Eso se le olvido.
-No lo pude
conseguir.
En otro lugar,
sonó el despertador a las ocho de la mañana. Una mano inocente
apago el despertador. Salio de la cama, abrió el armario y coloco
perfectamente el uniforme sobre la cama.
Se quito el
pijama y se puso el uniforme. Se peino. Se puso un poco de maquillaje
de base y se hizo la raya del ojo.
Miro la hora,
las ocho y cuarto.
Diego estaba
desayunando. Su madre entro a la cocina con la bandeja. Mojo un poco
lo que habia en el interior y lo puso en el lavavajillas.
-¿Ya
estas?
+Si, ¿has echo tu cama?
-Si, hace rato.
Su madre se
sorprendió, su hijo hacia cosas que hacia años que no hacia.
-¿Vamos?
+Claro.
Cogieron el
coche y se dirigieron al Fernando III. Una vez allí, se dirigieron a
la dirección. Cuantas veces antes, se habia colado sin que lo vieran
hasta el patio. Solamente, para darle un beso.
Para pasar un
rato con ella. En la dirección estaba la directora. Rosana.
Entraron. Se sentaron.
+Buenos días.
-Buenas.
*Hola. Bueno,
ustedes dirán.
+Mi hijo,
quiere apuntarse a este colegio.
*Nombre y
apellidos.
-Diego Garrido
*Muy bien.
La directora
busco en el ordenador su expediente. Cuando apareció en la pantalla,
se sorprendió mucho. No podía aceptar a un alumno así. La de cosas
que habia echo para que lo expulsaran.
+¿Algún
problema?
*Si, no puedo
aceptar a su hijo. Tiene un expediente un tanto...
-Directora.
*Dime.
Diego se
incorporo. Se sentó correctamente.
-Mire, se que
no soy el mejor de los alumnos. También que mi expediente debe ser
uno de los peores que habrá visto.
*Si.
-Pero, le
prometo, que aquí voy a cambiar. Todo eso, lo hice porque no
quería.. estar ahí, en ese instituto. Le prometo, que seré un
alumno bueno.
*No se, ¿que
pensaran los padres?
-Hagamos un pacto, a la mínima que haga me
tira. Para siempre. La mínima. Por favor, acépteme.
Marta, la madre
de Diego no sabia si ese realmente era su hijo. No se acordaba de la
ultima vez que habia escuchado de la boca de su hijo un 'por favor'.
Sin embargo, el si que sabia cuando fue la ultima vez. No hace mucho,
a Selene. Cuando le pidió que se quedara media hora mas con el.
*Esta bien, la
mínima.
-Gracias.
+¿Y cuando
podría empezar.
*Pues el
trimestre ya esta empezado.
-¿Y no puedo
empezar antes? Me pondré al día.
*¿Y el
uniforme y los libros?
-El uniforme ya
lo tengo.
+Los libros los
compraríamos en una librería.
*No hará
falta.
La directora se
levanto, rodeo la mesa y abrió un armario que habia a mano
izquierda. De ahí saco unos libros de cuarto de secundaria.
*Tomad, solo
tenéis que comprar material. Libretas, bolígrafos...
+Y esto cuanto
es.
*Nada, son
vuestros.
-Gracias.
*Necesito la
documentación. El papeleo y eso.
-Yo me puedo
ir. Así voy a comprar a la papelería todo el material.
*Yo de ti no
necesito nada. Solo de tu madre.
+Toma dinero.
Su madre le dio
setenta euros. Diego salio y dejo que hicieran las cosas. Antes de
salir, espero a que todas entraran. Vio como Selene iba con
Valentina. Iban a subir Valentina lo vio, el le hizo un gesto de que
viniera. Ella fue.
+¿Que haces
aquí? Como te vea su padre, te matara.
-¿Como esta?
+Sin memoria.
No se acuerda de nada.
-Ya, lo se.
Tengo que pedirte un favor.
+¿Tu? ¿El que
decía que nunca pediría nada?
-Por favor.
+Solo por que
lo pides bien.
-Mañana
empiezo aquí. A estudiar.
+¿Tú? ¿Como
te han cogido?
-Haciendo un
pacto. Mañana, no digas quien soy. Quiero estar cerca de ella sin
que sepa que soy yo.
+Esta bien. ¿Te
conozco o no?
-Si. Pero ella
no.
+Bien. Me voy.
-Gracias.
Bueno, he de comprar material.
+Y yo tengo que
llegar a clase.
Se separaron.
Cada uno por su lado. Ella subió y el se fue. Compró una mochila,
estuche, libretas y bolígrafos. Luego fue al coche, su madre estaba
dentro.
-¿Ya
esta?
+Si, empiezas mañana. ¿Estas seguro? No quiero mas
problemas.
-Si, quiero..
estar cerca de ella. Junto a ella, empezar de cero.
+Bien. ¿Vamos
a casa?
Diego asintió.
Se miro la mano. Aun la tenia vendada. Ellos fueron a casa. El día
paso, sin novedades.